Lectura de la semana

CLEOPATRA

Hola, me llamo Cleopatra y os voy a contar mi historia...

Hace mucho tiempo, unos dos mil años, en Egipto gobernaba una mujer de gran inteligencia, belleza y cultura (hablaba seis idiomas); esa mujer era yo, Cleopatra.

En esa época, mi país era uno de los más civilizados, a pesar de encontrarse en el continente africano. Allí hace mucho calor y hay grandes desiertos. Pero ¿sabéis cuál era el mayor tesoro de Egipto? El río Nilo. Es el río más grande del mundo y atraviesa Egipto de sur a norte. Gracias a sus inundaciones anuales, sus tierras eran muy ricas y daban una gran cantidad de cultivos; además, en esa época, los egipcios navegaban, pescaban y nadaban en él. A los niños se les enseñaba a no tener miedo a los cocodrilos e hipopótamos. 

Era un país de grandes guerreros que se enfrentaban a numerosas luchas para proteger los territorios y ampliar sus fronteras.

En Egipto teníamos grandes médicos y astrónomos. Mis súbditos eran cultos, no utilizaban números y letras como vosotros, sino dibujos para expresar las palabras. Esta escritura se llama jeroglífica.

Todo nuestro arte y forma de vida giraba sobre la existencia de vida después de la muerte. Construíamos pirámides para ser enterrados, pues éramos también grandes arquitectos.

A pesar de tener tanta riqueza y poder, no tuve suerte. Cuando mi padre murió, subí al trono junto a mi hermano. Como era muy joven, tenía solo 17 años, intentaron quitarme del poder y tuve que huir al país de Siria, donde conocí al emperador romano Julio César; juntos recuperamos el trono.

Julio César se enamoró de mí y nos fuimos a vivir a Roma, donde nació nuestro hijo Cesarión, que significa “pequeño César”.

Al morir César, regresé a Egipto e intenté conquistar Roma, pero volvió a enamorarse de mí otro romano, Marco Antonio, con quien me casé poco después. Juntos desafiamos el poder de Roma y luchamos en una gran batalla naval, donde fuimos vencidos. Ambos tuvimos que huir y Marco Antonio se quitó la vida.

Pocos días después, me vestí con mis mejores ropas y me dejé matar con la picadura de una serpiente. Fui la última reina de Egipto, pues poco después el país cayó en poder de Roma.

Ahora ya sabéis un poquito más de mi vida, de Egipto y de nuestra cultura. Espero haberos enseñado muchas cosas.

Gracias por leer mi historia. ¡Seguid aprendiendo!